lunes, 7 de marzo de 2011

Mayoría de Políticos Pierden Credibilidad:

Las elecciones congresuales y municipales representan una gran muestra del nivel democrático de la nación, y el hecho de que se lleven a cabo estos procesos ha de significar que hemos avanzado en todo el sentido de la palabra, lo que sin lugar a dudas se debe a esa enorme necesidad colectiva que existe con relación al derecho y a la plena  libertad de participación, de expresión y de escogencia individual que posee cada ciudadano y ciudadana, involucrado o involucrada. Por tanto, los partidos existentes, exhiben una postura sumamente abierta con respecto a las decisiones que toman sus militantes, para luego aceptar la voluntad soberana del monárquico pueblo.
Durante la campaña electoral, cientos de personas aspiran a ocupar posiciones o cargos importantes dentro de las diferentes áreas que forman el estado descentralizado, ahora bien, los recursos que utilizan la mayoría de estos personajes políticos están siendo repudiados desde los llamados hijos de Machepa hasta aquellos grandes Tutumpotes empresariales (Juan Bosch). La Mayoría de políticos ornamentan la persuasión tratando de vender sueños a las personas que ciertamente carecen de posibilidades de superación y progreso, lo que en cierta forma aumenta la tendencia al voto, ya que emerge sobre bases primordiales de lo codiciado en un sentido generalizado. Las promesas son las principales armas del político, este ataca el peor mal que afecta a las masas, que es aquella sensación de carencia, unida al deseo de satisfacerla. El mismo se instaura, bajo estos parámetros se establece, y gracias a sus recursos logra alcanzar sus objetivos rápidamente, de esta misma manera genera en el pueblo aquel gran descontento arraigado del incumplimiento. El pueblo, ahora visualiza que las promesas nunca dejaron de ser hermosos sueños. Tras esto, cuando estos llamados hijos de la nación creen verse en lo más alto, y no consiguen percibir siquiera que en realidad se encuentran tocando el fango en la parte más baja del pantano. Estos pierden, entonces, el rumbo de su ilusión, que no era “engordar en los puestos públicos”, ya que de la misma manera destrozaron la esperanza de quien ejerció el sufragio a su favor. Por tanto, estos no vuelven a simbolizar una figura de representación, más bien, tras esto, pierden la credibilidad de un pueblo que puede darles meritos y también colosales privilegios.


No hay comentarios:

Publicar un comentario